Para Scarleth Nicolle Rodríguez Veliz y Pedro Rafael Ramos Girón no hay obstáculos que impidan cumplir sus metas profesionales, ambos son estudiantes con capacidades especiales que alberga el Centro Artesanal e Industrial para Ciegos (Caipac), ubicado en el municipio de Santa Lucía, Francisco Morazán.
Estos dos jóvenes baluartes culminaron sus estudios y recibieron su diploma que los convierte como Terapeutas de Masajes Profesionales, una profesión que les brinda la oportunidad de incorporarse al mercado laboral.
Para la licenciada Irma Barahona, directora de Caipac, la reinserción es precisamente el objetivo que persiguen organizaciones como el Centro Artesanal e Industrial para Ciegos, ente que trabaja con personas de poca visión desde 1983.
“Hoy estoy muy contenta porque la labor de Caipac este año ha sido satisfactorio y en este día que culminamos con las graduaciones contamos con dos frutos muy buenos, ya ellos; Scarleth y Pedro son emprendedores, cuentan con sus propio Spa de masajes y están ya ejerciendo su profesión”
Barahona, mencionó que para organizaciones que albergan personas con capacidades especiales son muy vulnerables por la falta de apoyo de las autoridades y en muchas ocasiones trabajan con poco presupuesto.
Agregó, “En Caipac ya llegamos a los 38 años de operaciones y nuestra mayor recompensa es cuando graduamos a jóvenes, como los que hoy reciben su diploma, porque somos una organización que se ha caracterizado por sacar adelante a muchas generaciones de masajistas, de músicos y en otras áreas donde se destacan nuestros alumnos”.
Generadores de empleo
Scarleth Rodríguez y Pedro Ramos, expresaron su agradecimiento “hoy damos gracias a Dios por darnos el privilegio de la vida, por darnos la inteligencia que nos permite superar barreras y un agradecimiento muy especial a Caipac por ser un centro de formación de personas con discapacidad visual, porque por más de 3 décadas ha estado desarrollando personas e incluyéndolas en la vida productiva del país.
De esta manera Caipac reitera su compromiso por recibir a cada persona que ingresa al centro brindándoles enseres de aseo personal, medicamentos, ropa, zapatos, cobijas, toallas, alimentación y apoyo en sus estudios.
