Scotland’s crannogs older than Stonehenge

El proyecto “Yo emprendo en mi tierra con SENPRENDE” es el nombre de la novedosa alternativa contenida en el documento que brindará asistencia técnica, asesoría de acceso a mercados y legalización de empresas para que los connacionales retornados se conviertan en nuevos emprendedores.

En representación del Canciller Eduardo Enrique Reina, la Subsecretaria de Cooperación y Promoción Internacional, Cindy Rodríguez, estuvo presente en el lanzamiento del proyecto junto a Likza Salazar, Encargada de la Oficina de la Organización Internacional para la Migración (OIM); Dennis Corrales, Director Ejecutivo del Servicio Nacional de Emprendimiento y de Pequeños Negocios (SENPRENDE) y la Embajadora Catherine Pognat, Representante Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Honduras.

Junto a SENPRENDE y la OEA, la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Ciudad Mujer y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ya trabajan juntos en la solución de vida económica para este importante grupo de hondureñas y hondureños beneficiarios.

Con una inversión total que superará los seis millones de lempiras (100 mil dólares aportados por la OEA; el resto, por SENPRENDE), la actividad se inicia a mediados de esta misma semana con la capacitación para 50 personas en Tegucigalpa y 50 personas en la zona norte del país, especialmente de las ciudades de San Pedro Sula, Choloma, Villanueva y El Progreso.

Los beneficiarios, seleccionados por la Cancillería a través de la base de datos de los Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR), podrán legalizar sus empresas, tendrán asistencia técnica en sus ideas de emprendimiento y participarán en 10 ferias impulsadoras a desarrollarse al final del proyecto.

La OIM facilitará expertos internacionales para que brinden las capacitaciones de asesoría financiera, buena administración, uso de herramientas tecnológicas, diseminación de mecanismos e innovación para la micro, pequeña y mediana empresa. Se programa el acompañamiento durante un periodo de cuatro años, con la idea de que se reactive la economía local también.

El capital del proyecto es administrado directamente por la OEA, mientras que SENPRENDE se encargará del proceso administrativo, aplicando las normas de transparencia y lo dispuesto por la ley.