Scotland’s crannogs older than Stonehenge
Huawei HarmonyOS está a punto de ponerse a disposición de los usuarios de smartphones. El 10 de septiembre de 2020, Huawei lanzó versiones beta de HarmonyOS para televisores, relojes y unidades principales para automóviles, e invitó a los desarrolladores de aplicaciones a experimentar y desarrollar aplicaciones para este sistema operativo.

En ese momento, Huawei también anunció su intención de llevar HarmonyOS a sus teléfonos. La empresa está dispuesta a cumplir esa promesa este año. La versión beta de HarmonyOS para teléfonos se publicó en diciembre, junto con el SDK, los documentos de desarrollo, las herramientas de desarrollo y los simuladores, dando a los desarrolladores la oportunidad de crear aplicaciones para teléfonos móviles basadas en HarmonyOS antes de su lanzamiento oficial.

Wang Chenglu, presidente del Departamento de Ingeniería de Software del Grupo de Negocios de Consumo de Huawei, y uno de los principales colaboradores de HarmonyOS, dijo que HarmonyOS es el sistema operativo ideal para la Era del Internet de Todo. Afirmó que HarmonyOS proporcionará a los usuarios un mayor acceso a aplicaciones, servicios y a una experiencia de vida inteligente, lo que supondrá una disrupción en el mercado y la creación de enormes oportunidades.

Para comprender la importancia trascendental de HarmonyOS, es útil ver cómo se integra en el desarrollo general del internet.

Si el internet de las cosas (IdC) se inventó hace mucho tiempo. ¿Por qué no se ha popularizado aún?

A lo largo de la historia de la industria de las tecnologías de la información, siempre han sido solo algunas empresas las que han protagonizado las revoluciones tecnológicas. En su libro On Top of Tides (En la Cima de las Mareas), el destacado experto en tecnología de búsqueda y procesamiento del lenguaje natural, Wu Jun, afirma que, si una empresa se encuentra en la posición adecuada al comienzo de una revolución de este tipo, se verá impulsada por la marea creciente durante una década o más, con un esfuerzo mínimo.

Entre las empresas que han aprovechado este tipo de transformaciones de la tecnología de la información para lograr un enorme éxito comercial se encuentran AT&T en la era de la telefonía, Intel, IBM y Microsoft en la era del internet en las computadoras, y Apple, Google, Alibaba y Facebook en la era del internet móvil. Ahora, el internet de las cosas está a punto de convertirse en la próxima gran tendencia tecnológica, y tiene el potencial para crear una nueva generación de líderes.

Aunque en los últimos años se ha hablado mucho de internet de las cosas, el concepto es casi tan antiguo como el propio internet. En la década de 1980, los estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon conectaron a internet las máquinas expendedoras situadas en el exterior de sus dormitorios, de modo que si querían una lata de coca-cola fría, podían comprobar tanto la disponibilidad como la temperatura de las latas sin salir de su dormitorio.

Casi cuatro décadas después, el concepto de internet de las cosas es cada vez más familiar, pero hasta ahora no ha conseguido cambiar al mundo significativamente. Menos del 20% de los dispositivos inteligentes están realmente conectados a una red móvil o Wi-Fi. La tasa de instalación de aplicaciones de los proveedores de electrodomésticos es inferior al 10%, y la tasa de uso de las funciones inteligentes no llega al 1%. El potencial de los electrodomésticos inteligentes se está desperdiciando. Proyectar la pantalla de un teléfono en otro dispositivo sigue siendo bastante complicado, y el Internet de Todo sigue siendo solo un punto en el horizonte. ¿Por qué?

La razón principal ha sido la falta de tecnologías de comunicación y dispositivos de hardware que admitan la comunicación efectiva entre un gran número de dispositivos conectados. Los avances en IA y big data siguen siendo una limitación para el desarrollo del internet de las cosas (IdC). Sin embargo, en los últimos años, con la rápida actualización del hardware, como los smartphones, y la popularización del 5G y la IA, se está vislumbrando gradualmente un internet de las cosas más viable.

Según el Informe de Perspectivas de la Industria Global de Huawei, para 2025 se espera que el número de dispositivos personales inteligentes alcance los 40,000 millones, el número total de conexiones a nivel mundial llegue a los 100,000 millones y el número de dispositivos wearables, como los smartwatches y lentes inteligentes, llegue a los 8,000 millones. Los datos de Statista también muestran que, de 2015 a 2025, se espera que el número de dispositivos inteligentes per cápita aumente de dos a nueve.

Sin embargo, la fragmentación del ecosistema hace que los distintos dispositivos no puedan colaborar entre sí, con lo que la experiencia del usuario se ve limitada. Los distintos dispositivos tienen sus propios sistemas operativos, lo que hace que la comunicación entre ellos sea bastante complicada. Tan solo Apple tiene una variedad de sistemas operativos: iOS para teléfonos móviles, iPadOS para tabletas, watchOS para relojes, macOS para PC, etc. Por su parte, los electrodomésticos, como los refrigeradores y aspiradoras inteligentes, funcionan con tan variados sistemas operativos que muchos no pueden comunicarse entre sí.

Además, la innovación de las aplicaciones de internet móvil sigue limitada a sistemas operativos aislados. Por ejemplo, las aplicaciones para relojes se limitan principalmente a los deportes, el seguimiento de la salud y las posibilidades para personalizar el reloj.

Las aplicaciones de televisión se centran en el entretenimiento y la educación. Casi todas las aplicaciones para coches están relacionadas con la navegación y el video. En un mundo en el que cada vez más personas poseen varios dispositivos inteligentes, los ecosistemas fragmentarios de un solo dispositivo ya no sirven.

Los desarrolladores de aplicaciones tienen que desarrollar diferentes versiones de la misma aplicación para distintos dispositivos, lo que genera una gran carga de trabajo de adaptación. Los consumidores a menudo se encuentran con que la experiencia de una aplicación no es consistente en diferentes dispositivos. Por ejemplo, muchos juegos para móviles se actualizan en momentos diferentes en iOS y Android, y la experiencia varía. Los usuarios también se enfrentan a una pronunciada curva de aprendizaje, ya que el creciente número de dispositivos inteligentes en un hogar típico conlleva el correspondiente aumento del número de sistemas operativos que los usuarios deben manejar.

Pero los problemas también traen consigo oportunidades. Hay un hueco en el mercado para un sistema operativo que permita la interconexión de diferentes dispositivos, y quien ofrezca este sistema podrá mantenerse en la cima de la marea del internet de las cosas.

En la era del internet de las cosas, ¿qué debe ofrecer un sistema operativo?

En el inicio de la era de Internet móvil, Apple y Google fueron los primeros en tomar la iniciativa y llegaron a dominar firmemente el espacio de los sistemas operativos móviles. Incluso gigantes tecnológicos como Microsoft y Samsung tardaron en reconocer el valor de los sistemas operativos móviles.

Fue hasta 2010 que Microsoft lanzó Windows Phone, diseñado para funcionar a la perfección con computadoras y teléfonos. Windows Phone se convirtió en el "tercer mayor sistema operativo para teléfonos móviles", pero no logró alcanzar una cuota de mercado de dos dígitos.

¿Por qué Microsoft, líder indiscutible en el ámbito de los sistemas operativos para PC, no ha conseguido una parte mayor del mercado de smartphones? Ha perdido la oportunidad.

Hasta 2007, Microsoft se centró en sus sistemas operativos Windows Mobile para teléfonos con teclado, y no previó que los smartphones con pantalla táctil se convertirían en el factor de forma definitorio de la siguiente década. Windows Mobile tardó en actualizarse. Microsoft lanzó Windows Mobile 6 en 2007.

Los usuarios de Windows Mobile 6 tuvieron que esperar 3 años para el siguiente lanzamiento de Microsoft, mientras la empresa se afanaba en rediseñar y renombrar su sistema para la era de los smartphones. En 2010, finalmente se anunció el sucesor de Windows Mobile 6, llamado Windows Phone 7.

En esos mismos tres años, Android se expandió a 49 países y Apple lanzó su tercera generación de iPhone. Los consumidores consideraron que el sistema operativo Windows Phone carecía de funcionalidades y que no era compatible con muchos idiomas. Cuando se lanzó Windows Phone 8 en 2012, resultó que los usuarios de Windows Phone 7 no podrían actualizarse.

Además, Microsoft adoptó el mismo enfoque de código cerrado que Apple, a pesar de no tener la misma presencia en el mercado que esta última. Por otra parte, cobraba a los desarrolladores una fuerte cuota por lanzar aplicaciones en su plataforma. A los desarrolladores les convenía recurrir a Apple y a Android, de código abierto y relativamente barato, por lo que Microsoft solo podía ofrecer a los usuarios de Windows Phone una escasa selección de aplicaciones. En 2010, solo había 944 aplicaciones disponibles en la tienda oficial de Windows Mobile, frente a las más de 300,000 de la App Store de Apple.

Hoy en día, las oportunidades que brinda el internet de las cosas marcan otro punto de inflexión en la historia de los sistemas operativos. Esta vez, HarmonyOS aspira a ser el primero, y varias partes están trabajando para desarrollar rápidamente un ecosistema en torno a este sistema operativo de próxima generación.

HarmonyOS busca ser el sistema operativo ideal para la era del Internet de Todo. Es compatible con smartphones y otros dispositivos inteligentes, como televisores, unidades principales de automóviles y wearables. En el pasado, los usuarios disfrutaban de aplicaciones personalizadas. Con HarmonyOS, los usuarios pueden tener dispositivos personalizados, que satisfacen mejor sus necesidades. En la era de los teléfonos fijos, el hardware y el software de un teléfono eran fijos.

En la era de los smartphones, el hardware seguía siendo fijo, pero la nueva posibilidad de descargar aplicaciones ofrecía a los usuarios una experiencia más personalizada. Ahora, la revolucionaria tecnología distribuida de HarmonyOS significa que las capacidades pueden desvincularse del hardware, lo que permite que varios dispositivos físicamente independientes se complementen y funcionen como un "superdispositivo". Combinando así de forma flexible las capacidades de software y hardware más adecuadas para el caso de uso actual, proporcionando a los usuarios una experiencia de IA fluida y perfecta.

HarmonyOS permite que los dispositivos proporcionen servicios basados en las necesidades de los usuarios y define los dispositivos en función de los casos de uso para ofrecer una experiencia óptima.

Por ejemplo, si abres una aplicación de mapas en tu teléfono y seleccionas un destino, en cuanto subes al coche el mapa se sincroniza automáticamente con la pantalla de la unidad principal. Al salir del coche, el mapa pasa sin problemas a tu reloj. El hardware equipado con HarmonyOS ofrece estos nuevos niveles de comodidad. La conexión es tan sencilla como tocar el teléfono contra otro electrodoméstico o dispositivo con internet. Así, puedes comprobar el estado de tu horno desde la pantalla de tu teléfono. Puedes encontrar una receta en una aplicación y, con un solo toque en la pantalla, ajustar la temperatura y el tiempo correspondientes en tu horno, lo que hace que cocinar sea más fácil que nunca. Los electrodomésticos también se comunican activamente contigo, recordándote que debes limpiar el filtro de aceite de la campana extractora, por ejemplo.

En la construcción del ecosistema de HarmonyOS, el mayor reto es obtener el apoyo de los desarrolladores y proveedores de aplicaciones. Para los desarrolladores de aplicaciones, la tecnología distribuida de HarmonyOS aporta una plataforma para el desarrollo de aplicaciones innovadoras entre dispositivos.

Las más de 15,000 APIs proporcionadas por Huawei y la recién actualizada herramienta de desarrollo DevEco Studio ayudan a los desarrolladores a desarrollar una única versión de una aplicación que puede desplegarse en múltiples dispositivos, mejorando enormemente la eficiencia del desarrollo. Para los fabricantes de hardware, HarmonyOS presenta un abanico de oportunidades. Un hervidor eléctrico basado en HarmonyOS puede aprovechar las capacidades de los demás dispositivos de un usuario, aportando una experiencia inteligente diferenciada a los consumidores. Los consumidores estarán dispuestos a pagar una prima por dispositivos inteligentes y conectados, y la integración de los aparatos en las redes domésticas aumentará la fidelidad a la marca.

Actualmente, HarmonyOS está todavía en sus inicios, pero ha atraído a más de 300 desarrolladores de aplicaciones, como JD.com, UnionPay, Youku, Didi, Baidu Maps y WPS, así como a más de 20 proveedores de electrodomésticos, como Midea, Jiuyang y Boss Appliances, para participar en la construcción del ecosistema.

Este sistema operativo está preparado para navegar en la creciente marea de la era del internet de las cosas.