Scotland’s crannogs older than Stonehenge
La Covid 19 puso a prueba la capacidad de los gobiernos para brindar ayuda financiera y otros tipos de asistenciaa las personas vulnerables,

Aunque 200 países y territorios han planeado o implementado (PDF en inglés) medidas de protección social en respuesta a la pandemia, muchos gobiernos tuvieron dificultades para identificar a los trabajadores informales que no estaban cubiertos por los programas de asistencia o seguridad social disponibles para los empleados del sector formal. Las normas de distanciamiento social y las cuarentenas complicaron aún más la tarea de ayudar a quienes lo necesitan.

Pero en algunos paises los sistema de identidad digital permitieron que las autoridades identificarán en forma confiable y remota a las poblaciones, e hicieran transferencias en efectivo de emergencia a los grupos vulnerables  como mujeres y niñas, personas pobres, trabajadores informales e inmigrantes, habitantes de áreas remotas y refugiados.

Por ejemplo,un sistema de identidad digital  permitió a Chile preinscribir rápidamente a millones de nuevos beneficiarios a los programas de asistencia social y que la gente pudiera verificar en línea su situación y, en caso necesario, solicitar cambios. En Tailandia, donde más de 28 millones de personas solicitaron un nuevo beneficio para los trabajadores informales afectados por la pandemia, el gobierno pudo detectar y separar a quienes recibirían la asistencia a través de otros planes. Y recientemente las autoridades indias lograron efectuar pagos rápidamente a más de 200 millones de mujeres a través de un programa de inclusión financiera, gracias a mejoras en los procesos que incluyeron la vinculación de las cuentas de cada persona con su identificación digital.

Pero los sistemas de identidad digital por sí solos no son la panacea para llegar a los grupo vulnerables, sobre todo, esos esquemas requieren el acceso asequible a la infraestructura digital. Cuando eso existe, la identidad digital brinda los cimientos sobre los cuales construir otras aplicaciones y sistemas importantes.  Como los sistemas de identidad digital permiten que las personas efectúen transacciones de manera remota, también pueden facilitar los pagos digitales (a través de transacciones sin efectivo) y una mejor gobernanza de datos (permitiendo transacciones sin papel y protegiendo simultáneamente la privacidad).

Las identificaciones digitales, los pagos digitales y la gobernanza de datos tienen importancia en sí mismos; juntos constituyen un poderoso bien público.

Esta combinación es tan fundamental para las economías actuales como lo fueron los caminos y ferrocarriles para las economías del siglo XX. Por ejemplo, países como Estonia y Singapur cuentan con ecosistemas digitales avanzados que permiten a la gente acceder a servicios gubernamentales y empresariales completamente en línea, mitigando así en parte las perturbaciones económicas causadas por la Covid-19.